martes, 16 de noviembre de 2010

(BICARBONATO + TÓNICA)= A

Hace algunos años, estando yo trabajando como repartidor de pan, (eran los años del 84 al 86), me tenia que levantar a las tres de la mañana, para salir a repartir.
Un día cuando estaba terminando el trabajo, me entró unos ardores de estomago, (lo que nosotros llamamos ardentía), y tenía un malestar que no sabía como aliviarlo, con lo que decidí, acercarme a una farmacia para que me mandara algo con que aliviar dicho malestar, recetándome unas pastillas llamadas Secrepat, y que tomara mucha leche.
Al llegar a casa, hice lo que me dijo el farmacéutico, no comí nada, me tomé la leche, y la pastilla,y me acosté a dormir la siesta, cosa que me fue imposible pues las dolencias seguían igual.



Harto de estar en la cama y sin poder dormir, me levanté, y me fui a la cocina para buscar un remedio que aunque algo antiguo era muy eficaz, “el bicarbonato”, que echándose un poco en la mano y luego introduciéndolo en la boca ayudado con un poco de agua, era “mano de santo”.
Pues yo siguiendo la costumbre de los mayores, cogi mi bicarbonato, me puse una buena dosis en la mano, y cerrando los ojos, me lo puse en la boca y, “ aquí está el pero”, que en vez de tomármelo con agua, para que la reacción, y la eficacia fuera mayor me dio por tomármela, ( o eso era lo que yo quería), con un tónica, jeje, cuando esos dos componentes (bicarbonato, y tónica) se juntaron, no tenía suficiente boca, para albergar el montón de espuma que allí dentro se formó.
Cuando yo empecé a soltar la dichosa espuma, por la boca, la nariz, y me parece que hasta por los ojos, no sabía para donde tirar (puesto que la puerta del patio estaba hasta cerrada, para más inri), y cuando terminé de soltar la espuma de la tónica y del bicarbonato, me senté en el taburete mirando la cocina, cansado, los ojos rojos del esfuerzo, y con la mandíbula, de aguantar la espuma más estirada que la nómina a fin de mes tuve que aguantar la bulla de mi mujer, que me decía ¡¡ eso no se le ocurre, ni al tonto de la manteca!! Y llevaba toda la razón jejeje.
“Un consejo”. No hacer esta prueba, bajo ningún concepto, y menos, en sitios cerrado, “la tónica y el bicarbonato” siempre por separado

6 comentarios:

MAMÉ VALDÉS dijo...

Te imagino como a la niña del exorcista echando espuma por la boca sin parar y a Paqui detrás tuya con un crucifijo dándote en la cabeza. Y esta historia no te pasó en tu infancia es que tu no has cambiado tanto, esto lo coge Pedro Almodovar y lo pone en un guión para que lo haga Rosi de Palma habría que verla echando espuma por la nariz y la boca con ojo por aquí y otro por allí peor que "La niña de antes", un saludo

Pasto dijo...

¡Qué bueno!Como si te estuviera viendo...¿Se te quitó la ardentía? A ver si va a resultar que es algo aparatoso pero eficaz...Podrías patentarlo jaja o poner una botica. Saludos

ARO dijo...

Es verdad. Tú mujer tenía razón. Eso no se le ocurre ni al que asó la manteca. Tónica + bicarbonato = Espumas para un rato.

Anónimo dijo...

para ahogarse en espuma y gas...de esta ya no repites...

SEMA MIRANDA dijo...

Hola Toni, ya estamos de vuelta del Camino,vengo con un taloncillo que huele a baja pero espero que con Espidifen se cure aunque a lo mejor pruebo con tu compuesto jajaja. Un abrazo

Adelaida Ortega Ruiz dijo...

jajajjajajajaaja!!

Todavía me estoy riendo.

Señor, señor... ¿Qué es lo que no te ha pasado a ti?
Eres un libro andante de historias. Supongo que al haber trabajado en distintas cosas a lo largo de tu vida, has ido acumulando vivencias diversas, que siendo tú como eres (Te viene desde pequeño), te dejan una gran herencia de anécdotas que tú, generosamente, compartes con nossotros para nuestra alegría. A mí por lo menos siempre me alegra venir al corral.

Me has recordado la imagen de mi padre, echándose el bicarbonato en la mano y a continuación llevándolo a la boca de un golpe.
Él lo guardaba en un tarro de cristal, en el armarito de los medicamentos.
Años después salieron aquellas pastillas... "Almax", y ya dejó de tomar bicarbonato, pero todavía está allí el tarro con los polvitos blancos que sobraron.

Un beso